Y ustedes ¿Quien dicen que soy?

Psicología de Autoayuda

Signo de Aries Johfra
Signo de Aries Johfra

Resalta a simple vista su doble centro de gravedad, levanta la antorcha en alto para iluminar el camino de los demás, pero es un fuego prestado nada le costó obtener.

 

Ahora presume de iluminado, la luz de Dios dice SER!!!, su propio fuego lo consume, no lo puede manejar,  anda  descontrolado,     reacciona ante la menor provocación, lo consume el fuego de la pasión.

 

Por la fuerza su voluntad quiere imponer; con las partes del SER elevadas no está bien relacionado, fue expulsado por sentirse superior.

 

¿Con que derecho juzgamos?, si para ayudar a un hermano y servirlo con ecuanimidad, hay que estar Iluminado, ¡este no es bueno!, ¡este no es malo!, ¡es la ley del corazón!, ¡abre tu corazón!, ¿por que aprisionas a los demás?. Anda desorientado, vive leyendo libros y escuchando conferencias, ni modo, si no cambia, no tendrá acceso a lo Real.

 

Su nombre es ya conocido, y es fácil de identificar (dentro de nosotros mismos), el engaño le acompaña, le conocen como el "más", pero es un acomplejado, necesita menospreciar, junto con "desarmonía", que cerca está y tan lejos que va de la solución; por qué Jesús dijo: "Desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor (bienvenido el que busca la luz, no importa su credo, raza o color)".

 

Sus posesiones espirituales lo hacen sentirse rico; ¡eso ya me lo sé!, ¿qué es lo que me hace falta?, le contesto el corazón, ¡mírate frente al espejo, para que te puedas ver!, ¿lo ves?, ¡eres borracho, fornicario, egoísta, ambicioso, mentiroso, tirano, peleador, la lista no acabaría de enumerar ni aunque tuviera mil lenguas!, ¿a quién quieres engañar?, ¡dices que tú no eres eso!, ¡que eres un ser especial!, ¡pero vives engañado!; ¿Quién como Dios?, "Solo el Padre que esta en los cielos", “en el silencio esta la conexión”, ¡escucha esta solución!, Jesús dijo: ¡hay que nacer de nuevo, con el agua y con el fuego!, ¡si te golpean un mejilla, pon la otra!, ¿en quién pones tus esperanzas?, ¿para que te sigues alejando?.

 

Y cuando los llamo y les dijo: ¿Quién dice la gente que soy?. "Unos dicen que eres Juan Bautista, otros dicen que Elías, otros que Jeremías o alguno de los profetas, (de esos que hay bastantes), y ¿Quién dicen ustedes que soy yo?, contestó Simón: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo’. Jesús le respondió: ‘Feliz eres, Simón Bar-Joná, porque no te lo enseñó la carne ni la sangre (no te lo dijo algún maestro), sino, el Padre que está en los Cielos. Y ahora, yo te digo: Tú eres Pedro (el que maneja bien su energía), o sea Piedra (que tienes buena base de la enseñanza, que prácticas lo que predicas), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las fuerzas del infierno no la podrán vencer. Yo te daré las llaves (la comprensión de la gnósis) del Reino de los Cielos: todo lo que ates en la tierra (fiel al Cristo y a sus enseñanzas) será atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra (en la mentira y el engaño) será desatado en los Cielos" ( Mt 16, 13 - 20). ¡Maestro solamente hay uno, el Christus (el ungido), solo él dice la verdad!. ¿Por que amas la ostentación, por que buscas la presunción?, ¿Porque siembras semillas de disensión?, Jesús dijo: ¡Derribad ese templo (el culto a la falsa personalidad) y lo reconstruire en tres días!. ¡Luego ven!, ¡sigueme, mis negocios no son de este mundo!, y ¡el que se avergüence de mí y de mis palabras, de este se avergonzará el hijo del hombre, cuando venga en su gloria (en la luz del Christus) y en la del Padre y en la de los santos ángeles!. (Lucas 9:25-27).

 

¿Porqué mientes contra el Padre?, ¿Porqué deformas la verdad?, ese es el escudo que usas (el temor, la superstición, el dogma) y no es el de la Fe (de la comprobación), ¿por qué atacas a los demás?, Jesús dijo: ¡recorréis el mar y tierra para hacer prosélitos y cuando llegan a serlo, los hacéis hijos del infierno (anti-cristos), los extravías todavía más!

 

¿Cntas Piedras vivas has traído al templo?, ¿Por qué insistes en señalar?, ¡cuando dos o tres se reúnen en mi nombre (para ser instruidos), allí estoy yo con ellos!, dijo el héroe de la verdad. ¿Porqué deformas la verdad? (negándome Pedro), ¡por el camino que vas, bien no acabarás!, ¡hay de aquel que extravié a un hermano, su karma será la locura, su estupidez ya la estamos viendo, marcha directo a la boca de Lucifer, ¿lo ves?, ¿Por que destruyes lo que ha costado tanto, (la obra de Michael y sus angeles colaboradores)?, ¡Cuando reconozcas tú nadidad, cuando no te sientas tan sublime, ni tan sabio, serás "Bienaventurado"... marcharás (arrepentido) por el camino de la sencillez y de la humildad!.

¡Es preferible un espíritu libre vestido con sencillez, que un rico manto de vanidad, despojado del espíritu, nos enseño el hermano Francisco!.

¿Para qué quieres la enseñanza, sino la has de practicar?, ¡que camino tan lento!, ¡Para qué te sirve saber tanto!, ¡quitate esa venda de los ojos!, ¡necesitas ver para creer!, ¡Orgullo Místico te llamas, eres el más peligroso!, ¡ruego a Dios nos ayude a eliminar y a desterrar de la gnósis!.

 

¡Cada uno de nos, es en realidad, de verdad todo eso, aquí abajo es lo que abunda!, ¡el Padre que está en los cielos, prefiere la humildad!, ¡somos seres políticos!.

 

¡El amor se alimenta con amor!.


No es lo mismo la Luz sin Fe (la luz del intelecto luciferico), que la Luz del Cristo Intimo y su fe (reflejada en los hechos).

 

(Únete al ejército de salvación Mundial)

 

¿Por qué Juzgamos a los Demás?

 

Hay una tendencia general, de todos, a juzgar equivocadamente a todos, y eso es lamentable. Pero, ¿por qué todos juzgan a todos, y equivocadamente? ¿Cuál es el motivo? Sencillamente uno, y muy fácil de comprender: sucede que cada cual proyecta sus defectos psicológicos sobre los demás, cada cuál ve en el prójimo sus propios defectos. Los defectos que a otros endilgamos, los tenemos muy sobrados en nosotros; juzgamos a otros como nosotros somos. ¿Han oído ustedes hablar de la ANTIPATÍA MECÁNICA? Que de pronto alguien siente antipatía por alguien, sin haber motivo alguno, y entonces decimos: «ésta persona me cayó gorda», frase muy típica que usamos. Pero ¿por qué, si nunca la hemos visto, si hasta ahora nos la acaban de presentar? ¿Qué sucedió, por qué nos ha «caído tan gorda» esa persona, si ni la conocemos? Pues que le vimos la apariencia: es alta o es baja, es gorda o delgada, tiene la nariz aguileña o la tiene achatada, y ¿ese es motivo ya, como para decir que «nos cayó gorda»? ¿Qué ha sucedido? Sencillamente hemos proyectado, sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos. Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y a nadie le gusta verse así, dijéramos, tan escarnecido. La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha convertido en el espejo donde nosotros nos vemos  a sí mismos, tal cual somos. Si estamos alertas y vigilantes, si no nos identificamos con el evento, con la persona aquélla que «nos cae tan gorda», si en vez de estarla criticando nos auto-criticamos, nos auto-observamos para ver que es lo que está pasando, descubriremos que un defecto nuestro (nacido de ayer, o de antier, o de quien sabe que tiempo atrás, de otras existencias), se ha reflejado en aquella persona y por eso «nos cae tan gorda». He ahí lo que es la antipatía mecánica: absurda en un ciento por ciento. Nosotros necesitamos aprender a vivir políticamente. El ser humano, ante todo, es un ente político, un «animal político», y el mismo hombre es un «hombre político». Si uno no sabe  vivir políticamente, se crea problemas en la vida. Uno tiene que aprender a vivir políticamente, y en vez de sentir antipatías mecánicas, vale la pena que nos investiguemos a sí mismos. Sí, en verdad que proyectamos nuestros propios defectos psicológicos sobre los demás. ¿Por qué juzgamos equivocadamente al prójimo?, ¿Porqué todos tenemos tendencia a ver, en el prójimo toda clase de defectos? Sencillamente porque proyectamos en el prójimo nuestros propios defectos, los juzgamos equivocadamente; suponemos que fulano es «así» o «asao», y resulta que ni es «así ni es «asao»: es completamente diferente, y nuestro juicio resulta equivocado, falso; vemos los hechos ajenos y tenemos la intensa tendencia a interpretarlos erróneamente, nunca somos capaces de ver los hechos ajenos con ecuanimidad, con serenidad; siempre los calificamos erróneamente. Recuerden ustedes que hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los virtuosos. Los defectos que cargamos en nuestro interior, nos vuelven injustos para con el prójimo. Nosotros nos amargamos (a sí mismos) la vida con nuestros defectos, y lo más grave: se la amargamos a los demás.

 

Samael Aun Weor Conferencia «Por qué Juzgamos a los demás»

* "NOTA: Al llegar Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gente que soy yo?’. Ellos dijeron: ‘Unos dicen que eres Juan Bautista; otros dicen que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas’.  Jesús les preguntó: ‘Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Simón contestó: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo’. Jesús le respondió: ‘Feliz eres, Simón Bar-Joná, porque no te lo enseñó la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos. Y ahora, yo te digo: Tú eres Pedro, o sea Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las fuerzas del infierno no la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra será desatado en los Cielos".( Mt 16, 13 - 20).